En el inicio de su alocución, el presidente reconoció que "no hemos logrado resolver una matriz económica sólida que permita el acceso a una vida digna para todos y todas. Ampliamos derechos, pero faltan. Pusimos la Justicia Social como horizonte, pero no la alcanzamos". En contrapartida, planteó que asumió "el gobierno en diciembre del 2019 en una situación calamitosa, dejada por el gobierno que me precedió, con altísimos índices de pobreza e inflación y una deuda que nos comprometía por generaciones".
Sin embargo, sobre el cierre de su discurso expresó la frase con mayor carga de autocrítica: "Guardo conmigo el dolor profundo de no haber llegado a mejorar la vida de quienes aún están en la pobreza".
Las responsabilidades adquiridas por la Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante la gestión de Mauricio Macri fue uno de los temas abordados por el presidente saliente: "En estos cuatro años hemos sufrido los efectos negativos de una deuda que irresponsablemente tomó el gobierno que me precedió. Esa es la principal causa de nuestra crisis social y económica".
"El acuerdo que firmamos con el FMI hizo posible postergar pagos que jamás hubiéramos podido enfrentar con la economía recesiva que recibimos", destacó Fernández, haciendo referencia a uno de los motivos de tensión interna dentro del oficialismo, y apuntó que hay que recordar que esa deuda nos obligaba a pagar entre 2021 y 2022 la suma de 37.000 millones de dólares. De esa deuda, tomada irregularmente, denunciada ante los tribunales federales y que ahora el mismo FMI comienza a indagar, no ha quedado en Argentina un solo dólar".