31/01/2025 - SALUD RELOJES DEL ENVEJECIMIENTO: CLAVES PARA COMPRENDER LA LONGEVIDADEl envejecimiento puede pensarse en tres dimensiones: edad cronológica (el tiempo transcurrido desde el nacimiento), edad biológica (condición física basada en biomarcadores moleculares, clínicos y celulares) y edad subjetiva (cómo perciben su propia edad las personas). Estas dimensiones no siempre coinciden, ya que una persona puede presentar un cuerpo biológicamente joven pero sentirse mayor, o viceversa. Esta disparidad ilustra la complejidad del envejecimiento y plantea interrogantes sobre cómo entenderlo y abordarlo tanto desde la ciencia como desde la medicina. ...LEER MÁS ..... El envejecimiento biológico está influido por múltiples procesos celulares. Los telómeros, extremos de los cromosomas que se acortan con cada división celular, son un indicador clave. Su desgaste limita la capacidad regenerativa de las células, conduciendo a la senescencia celular y, en algunos casos, a enfermedades como el cáncer. Factores como la restricción calórica y el hipometabolismo ayudan a retardar este proceso al activar mecanismos de reparación celular, aunque a costa de un menor crecimiento y una menor capacidad reproductiva. Además, procesos como la autofagia, descritos por el premio Nobel Yoshinori Ohsumi, y el uso de antioxidantes pueden reducir la acumulación de desechos celulares tóxicos. Estos avances permiten mitigar patologías degenerativas como el Alzheimer o el Parkinson, que surgen a raíz de acumulaciones proteicas anómalas y fallos en la limpieza celular. El estudio Mark Age destacó biomarcadores de envejecimiento que incluyen la metilación del ADN, los niveles hormonales, la glucosa y la oxidación, brindando herramientas para medir la edad biológica y predecir la longevidad. Por su parte, un grupo de la Universidad de Stanford encontró picos de envejecimiento metabólico e inmunológico entre los 44 y los 60 años relacionados con enfermedades musculares, cardiovasculares, renales y de la piel, entre otras. Los hallazgos publicados el año pasado en un artículo de la prestigiosa revista Nature Aging titulado Dynamic molecular changes during aging revealed by longitudinal multi-omics analysis indican que el envejecimiento humano no es un proceso gradual sino que presenta cambios significativos alrededor de esas edades. Estas 'aceleraciones del envejecimiento' incluyen alteraciones en moléculas relacionadas con alteraciones cardiovasculares y conectivas, así como también en la metabolización de las grasas, la cafeína y el alcohol pasados los 40 años, y cambios tanto en la regulación inmunológica como en la función renal a los 60. Nuevos descubrimientos sobre el envejecimientoUn descubrimiento notable, liderado por Agustín Ibáñez y publicado en Nature Medicine, en el que participó nuestro Centro de Neurología Cognitiva de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, desarrolló un 'reloj' que mide la edad biológica del cerebro, revelando un envejecimiento más acelerado en los países de América latina. Factores como la desigualdad socioeconómica, la contaminación ambiental y la carga de enfermedades contribuyen a esta tendencia, marcando la importancia de los determinantes sociales en el envejecimiento. Quizás la mayor revolución científica sea la aplicación de la inteligencia artificial (IA) en la edición genética. Herramientas como CRISPR-Cas9 están transformando nuestra comprensión del envejecimiento. Estas técnicas permiten corregir mutaciones relacionadas con enfermedades crónicas, regenerar tejidos y mejorar la funcionalidad física durante la vejez. Una nueva técnica, desarrollada por el Instituto Arc y la Universidad de California en Berkeley basada en un 'ARN puente programable', amplía estas capacidades al posibilitar modificaciones precisas de secuencias largas de ADN. Sin embargo, este progreso plantea dilemas éticos sobre la manipulación genética y su accesibilidad, exacerbando posibles desigualdades globales. Las 'zonas azules', regiones con alta concentración de personas longevas, como Cerdeña (Italia) y Okinawa (Japón), demuestran que el estilo de vida desempeña un rol esencial para el envejecimiento exitoso. Dietas saludables, ejercicio regular, bajos niveles de estrés y fuertes vínculos sociales son características comunes de estas regiones. Estos factores, combinados con avances científicos, pueden promover una longevidad saludable, aunque su impacto varía de acuerdo con el contexto socioeconómico. El envejecimiento exitoso no se limita a prolongar la vida sino a mejorar su calidad. La investigación sobre biomarcadores, la edición genética y la plasticidad cerebral abren posibilidades para un futuro en el que podamos vivir más años con mayor autonomía y funcionalidad. No obstante, estos avances también amplifican la brecha entre aquellas personas que tienen acceso a ellos y aquellas que no. Como señaló el historiador Yuval Harari, la convergencia entre la inteligencia artificial y la biotecnología podría generar la aparición de 'superhumanos', lo que plantea interrogantes sobre la equidad en la distribución de estos avances. Los relojes del envejecimiento (cronológico, biológico y cerebral) son herramientas claves para comprender los desafíos de la longevidad. Si bien la ciencia y la medicina avanzan hacia una vida más larga y saludable, es crucial abordar los aspectos éticos y socioeconómicos que acompañan esta revolución. Las preguntas sobre quiénes se beneficiarán con estos avances y cómo asegurarlos con equidad serán centrales en el futuro del envejecimiento humano. |
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