29/10/2025 - POR CARLOS BLASCO
RIZOMÁTICO: LAS TENSIONES EN EL SENO DE LA ORGANIZACIÓN POLÍTICO-SOCIAL EN ARGENTINA

Una observación del fenómeno Milei tras su segundo año de mandato. + Crisis y transición: varios analistas de la situación actual en Argentina adjudican la irrupción del fenómeno Milei al sistema político pre existente, a la Crisis de Representación Política como factor principal (entre otros como el hartazgo, los malos gobiernos anteriores, etc.).
Considero interesante poner foco en lo conceptual de esta afirmación a través del significado y consecuencias que se le otorgue. Podemos partir describiendo la organización de la sociedad como un sistema piramidal que establece sus jerarquías para ejercer las gobernanzas de cada institución, sea esta gremial, política institucional, parlamentaria, social o cualquier otra que se establezca como estructura representativa
imprescindible para el “normal funcionamiento de las sociedades”. ....LEER MÁS ...



Esta forma organizativa requiere que la representación política esté


subordinada a esa organización piramidal, la que se estructura y compone por clases bien definidas por sus condiciones socio-económicas y sus


“preconfiguradas” y relativas conductas sociales.


+ Anclajes simbólicos:


Las sociedades jerárquicas (monárquicas, religiosas, burocráticas, estatales o incluso corporativas) se sostienen sobre estructuras de sentido centralizadas.


Necesitan anclajes simbólicos que fijen el orden, legitimen la autoridad y den cohesión al grupo.


Un anclaje simbólico es una representación compartida que ordena el mundo: una idea, mito, dogma, figura o institución que confiere legitimidad, identidad y pertenencia.


En una sociedad jerárquica, este anclaje:


·         Centraliza el poder simbólico.



  • Define jerarquías (quién manda, quién obedece).


 



  • Instituye la verdad (qué se puede decir y qué no).


·         Construye sentido.


El anclaje, en definitiva, 'estratifica' el deseo y lo vuelve predecible, orientado y productivo dentro del sistema.


En las últimas elecciones, se percibió un comportamiento ajeno a estas premisas, siendo caracterizado como disruptivo, errático y “externo a la lógica de la organización social piramidal”. Esto se interpretó como la disociación de los dirigentes y el pueblo, consecuentemente como el quiebre de la representatividad de sus dirigentes o simplemente el


“rechazo de la población a las formas de la política tradicional”.


Simultáneamente, se verifica un quiebre en la confianza hacia las “conducciones sindicales, gremiales e institucionales (jurídicas y


parlamentarias, específicamente CGT, Corte Suprema, Congreso, etc.).


Esta percepción se expresó en los resultados “sorpresivos” electorales concitando la atención analítica de politólogos y sociólogos.


Se ha dicho como una especie de conclusión definitiva, se adjudicó el


suceso a la carencia de representatividad de una “dirigencia” desgastada por su acción y a los efectos de los medios de comunicación masiva.


Sin embargo, es posible trazar otra línea de comprensión sobre esta


transformación social. En este punto resulta interesante observarla desde la perspectiva de una organización social denominada “rizomática” la cual puede coexistir con la tradicional.


El término rizomático proviene de la botánica y describe aquello relativo a un rizoma, un tallo subterráneo y horizontal que crece de forma indefinida, echando raíces y brotes desde sus nudos. Se adaptó a lo social, como “una red de conexión múltiple y sin jerarquías, opuesta a estructuras lineales o arbóreas. Por extensión, el término se aplica a sistemas, ideas o un modo de pensamiento que presenta estas características de conexión abierta, flexibilidad y crecimiento en todas direcciones”. Este concepto desestructura la organización produciendo un cambio fundamental en las conductas de los individuos.


Sus principales características son:


+ El rizoma niega la estructura jerárquica y el antagonismo de clase disolviendo la política en una multiplicidad de micro políticas;


+ Proclama “el fin de la historia” lo que genera una ilusión democrática afirmando que el capitalismo es el único sistema posible, subordinando a la “política” solamente a optimizar su desempeño a través de la acción de los mercados (ideología del consumo).


Sus “efectos” se observan como una insurrección de la sociedad al no responder a estructuras clásicas. Como la organización jerárquica supone obediencia incondicional a la “unidad política del conjunto o espacio”, esta insubordinación opera en los tiempos sociales del individuo lo que


comporta el rechazo a acuerdos de larga duración rechazando así, las formas del sistema clásico.


Se suma a esta actitud reactiva, la irrupción de un electorado cada vez más joven cuyos paradigmas sociales están muy lejos de los clásicos, ya que se forman en una cultura mucho más individualista y tercerizada a través de los medios y redes.


Estas circunstancias propician la negativa a delegar sus decisiones y representatividad.


+ Impacto en lo religioso:


Las religiones tradicionales representan un modelo arborescente del pensamiento, mientras que la espiritualidad contemporánea refleja un desplazamiento hacia lo rizomático —una red de significados y


experiencias espirituales múltiples, interconectadas y no jerárquicas.


En este modelo social —fragmentada, digital y plural— lo religioso ha tomado formas rizomáticas.


Esto se observa en fenómenos como:



  • Espiritualidades sin iglesia (new age, mindfulness, astrología, sincretismos personales).

  • Religión en red: comunidades virtuales de fe, intercambio de símbolos y creencias online.


 



  • Desinstitucionalización de la fe: la autoridad ya no emana de un clero, sino de múltiples fuentes (influencers espirituales, terapias energéticas, experiencias personales).

  • Recombinación simbólica: individuos mezclan elementos del budismo, cristianismo, chamanismo o ciencia cuántica en un mismo sistema de sentido.


En este sentido, lo religioso deviene rizoma: no tiene centro ni dogma unificador, sino una multiplicidad de trayectorias y microcomunidades espirituales interconectadas.


Las formas rizomáticas de lo social —redes horizontales, movimientos


descentralizados, multiplicidades sin jerarquía— pueden entenderse como intentos contemporáneos de reconfigurar el lazo social fuera de los


clásicos lugares como ser el Estado, el líder, el partido, la Iglesia, etc.


Como consecuencia de esto, las formas sociales rizomáticas expresan el intento de construir comunidad sin el gran Ordenador/Contralor, apostando a la pluralidad acentrada, pero enfrentando el desafío de sostener un lazo simbólico común en una época donde las referencias


tradicionales del poder y la autoridad se han desvanecido.


Respecto a su relación con el capitalismo global, las identidades rizomáticas, fluidas y sin centro son asimiladas perfectamente por el mercado. Las empresas venden productos que apelan a estilos de vida 'alternativos' o 'rebeldes', transformando la crítica en una simple


cuestión de elección de consumo. La 'subversión' se vuelve una opción de mercado, no una amenaza para el sistema.


Por lo tanto, esta derivada social que sostiene una subversión a las formas tradicionales y se muestran como disruptivas en lo formal e ideológico, conllevan un sustrato que implica generar las condiciones sociales para aceptar e interpretarlo como el mejor modelo posible.


Sustituye el paradigma de una sociedad más justa y solidaria y la resigna a la pérdida de derechos adquiridos, la desintegración social, la entrega de toda forma de soberanía y a su desculturización


 


Son las condiciones que el neo colonialismo e imperialismo imponen a las sociedades que han mutado su nacionalismo por intereses individuales abjurando de su historia.


A modo de conclusiones podemos considerar lo siguiente:


El Estado concebido como conjunto de jerarquías en un espacio territorial, muestra una tendencia a desaparecer manifestada sobre finales del siglo XX ante la cada vez mayores irrupciones de la digitalización informática y de la inteligencia artificial. Su función política de resolver desigualdades sociales y promover estados de bienestar, fue perdiendo vigor en el


imaginario colectivo en cuanto a la previsibilidad social. La comunidad cada vez mas extendida de fundamentalistas de la era digital, reafirman su convicción de que es posible disolver todas las instituciones del Estado – en nuestro país conceptualizado por el “anarco-capitalismo – para ir hacia una composición de la sociedad expresada en significantes micro sociales, administrativos, jurídicos, etc.


Sumado a estos factores, la abyecta sumisión y entrega que realiza este gobierno, posibilitó una experiencia inédita consistente en que un grupo de bancos transnacionales diseñen, ejerzan y controlen las principales


líneas de gestión gubernamental. El sustento de esto lo otorga una sociedad con claros sesgos rizomáticos.


Nuestra dirigencia toda, debe darse un debate profundo para la comprensión de estos fenómenos sociales motorizados por el segmento más reaccionario de la sociedad y de la política argentina, para poder contrarrestarlo con propuestas tanto intelectuales como programáticas para anular la sustentabilidad y proyección de este tipo de gobiernos.


La vigencia de la doctrina y las obras que nos dejó el Gral Perón, deben ser la unívoca fuente de inspiración para retomar los paradigmas de Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política.


Carlos Blasco Octubre 2025



EL CARTERO DE PINAMAR
Propietaria: Virginia F. Visaggio
Celular de contacto: 2267 439493
Director responsable: Angel Visaggio
Edición: Jueves 06 de Noviembre de 2025 NÚMERO
Solis 646 - Pinamar - Provincia de Buenos Aires
Registro DNDA RE-2023-61993578-APN-DNDA#MJ