El 53% de las empresas encuestadas enfrentó caídas de la producción, el 60% caída en las ventas, el 37% caídas en las exportaciones y el 24% caídas en el empleo. La situación alcanzó a todos los segmentos de empresas, con especial impacto en el entramado PyME. En la mayoría de los casos estos porcentajes fueron ligeramente menores a los del relevamiento de enero por motivos estacionales. 


La excepción se vio en los datos de empleo, donde aumentaron las empresas con disminución de su dotación, al valor más alto de la serie (desde 2021). Además de reducción de personal, las empresas aplicaron suspensiones y redujeron turnos. 


En este contexto, aumentaron las empresas con dificultades para hacer frente a sus pagos. El 12% de las empresas encuestadas presentó problemas para afrontar integralmente todas sus obligaciones (salarios, proveedores, compromisos financieros, tarifas de servicios públicos e impuestos), el valor más alto de la serie. Los mayores atrasos fueron en el rubro impuestos.


Las empresas consideraron que su situación económica está peor que hace un año. Esto se observó tanto en las percepciones sobre la propia empresa (58,4%), como en la situación del sector de actividad (77,2%) y el país (67,2%). 


Asimismo, se volvió a registrar una mejora en las expectativas para dentro de un año: el 62,1% de las empresas espera que la situación económica de su empresa mejore en el próximo año, mientras el 68,3% esperan una mejora en la situación del país. 


Como los principales desafíos hacia adelante, los industriales reconocen que el aumento de costos fue la principal preocupación para el 30,2% de las empresas. También surgió preocupación por la caída de la demanda de otros sectores (25,1% de las empresas) y por la caída de la demanda de hogares (23,3%).