La resolución, impulsada por países europeos, reiteró el “compromiso con la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Ucrania”. Sin embargo, la Argentina se sumó a otros 64 países que prefirieron mantenerse neutrales, entre los que se encuentran Brasil, Colombia, Paraguay y Cuba.

Este giro en la política exterior argentina contrasta con la postura que Milei adoptó en junio del año pasado, cuando recibió la Orden de la Libertad en la Cumbre Global por la Paz en Suiza. En esa ocasión, el mandatario argentino afirmó: “Nosotros apoyamos a Ucrania y creemos que nadie tiene derecho a invadir a otro país”.

Además, Zelenski fue uno de los líderes mundiales que asistió a la asunción de Milei en Buenos Aires, un gesto que parecía consolidar el acercamiento entre ambos países. Sin embargo, la reciente abstención en la ONU sugiere un cambio de rumbo en la estrategia internacional del gobierno argentino, alineándose más con la postura de Trump y distanciándose de la condena directa a Rusia.

La resolución aprobada también incluyó enmiendas que reforzaron el llamado a una “paz justa” y reiteraron la importancia de la integridad territorial de Ucrania. Mientras tanto, Argentina se mantiene en una posición ambiguan, en un escenario global donde las tensiones entre Rusia y Ucrania son un tema central.