Fue este el momento culminante de la ceremonia de inicio del pontificado que congregó en la plaza San Pedro a más de 150 mil personas y otros miles que se sumaron en la vía de la Conciliación.
El cardenal filipino Luis Antonio Tagle, que fue uno de los más conversados candidatos a suceder a Francisco, le dijo tras entregarle el anillo: “Hoy tú sucedes al beato apóstol Pedro". El Papa quedó un momento mirándose la mano y conteniendo las lágrimas tras recibir ambos símbolos.
El Palio, una estola de lana blanca que representa el peso del rebaño sobre los hombros del pastor, decorada con seis cruces negras de seda enganchadas con tres agujas que representan los clavos de la Cruz, le fue colocado al Papa en los hombros. Después el cardenal Tagle le entregó el Anillo del Pescador, de oro, en su sello es una representación de San Pedro con las llaves y la red del pescador.
La jornada había comenzado a las nueve de la mañana (cinco horas menos en la Argentina), cuando el Papa inició su primera vuelta en papamóvil por la plaza y las inmediaciones. La hora no fue la más apropiada porque los fieles estaban llegando y la ceremonia había sido prevista a las diez.
La gira fue un gran éxito porque los fieles pudieron ver de cerca al nuevo Papa, ovacionarlo y saludarlo. León XIV lucía contento y sonriente.