El organismo, creado con la misión de optimizar el gasto del gobierno, lanzó en noviembre una convocatoria dirigida a personas con 'coeficiente intelectual muy alto', dispuestas a trabajar más de 80 horas semanales sin recibir salario. Según Musk, este empleo es 'tedioso' y 'hará muchos enemigos', pero sería clave para mejorar la eficiencia estatal.


Entre los empleados de DOGE hay jóvenes ingenieros de apenas 19 años, lo que encendió las alarmas sobre una posible explotación laboral. Mientras algunos empresarios elogian la iniciativa como un intento de modernizar la administración, abogados y activistas advierten que estas políticas podrían derivar en acciones legales contra Musk y su equipo.