"Si este arancel no se elimina de inmediato, EEUU impondrá pronto un arancel del 200% a todos los vinos, champagnes y productos alcoholicos que provengan de Francia y otros países representados por la UE", escribió Trump. El mandatario calificó el impuesto europeo como "desagradable" y aseguró que su medida “será excelente para el negocio del vino y el champagne en EEUU”; aunque no todos en la industria están de acuerdo con sus declaraciones.

La UE, por su parte, justificó sus aranceles como una respuesta "rápida y proporcional" a los impuestos del 25% que Trump aplicó a las importaciones de acero y aluminio desde el miércoles. Los bienes afectados por las contramedidas europeas incluyen productos agrícolas, textiles y bebidas espirituosas, muchos de ellos provenientes de estados republicanos como Louisiana, Kansas y Nebraska.

Francia, el principal exportador de vino a EEUU con ventas por USD 2.500 millones en 2023, no tardó en reaccionar. El ministro de Comercio Exterior francés, Laurent Saint-Martin, acusó a Trump de "escalar la guerra comercial que él mismo decidió iniciar" y prometió que su país "no cederá ante las amenazas".

Qué dicen los productores

Mientras tanto, la industria estadounidense de bebidas espirituosas ya siente el impacto. Chris Swonger, presidente del Consejo de Bebidas Destiladas de EEUU, advirtió que los aranceles europeos "frenarán el crecimiento y afectarán negativamente a destiladores y agricultores en todo el país".

El conflicto no solo afecta a Europa. Canadá también aplicó sanciones a las importaciones de alcohol estadounidense en respuesta a los aranceles de Trump, lo que llevó a minoristas en provincias como Alberta y Ontario a retirar productos como el bourbon de Kentucky de sus estantes.

Con los aranceles recíprocos programados para entrar en vigor el 2 de abril, la escalada parece no tener fin. Trump, por su parte, no muestra señales de retroceder. "EEUU no tiene Libre Comercio. Tenemos 'Comercio Estúpido'. ¡¡¡El mundo entero nos está estafando!!!", escribió en Truth Social.

Mientras tanto, los consumidores estadounidenses podrían enfrentarse a la desaparición de sus champagnes y vinos europeos favoritos. Justin Wolfers, profesor de economía de la Universidad de Michigan, señaló que "si se aplican los aranceles del 200%, las importaciones de vino francés caerán a cero".

La pregunta ahora es si alguien ganará esta batalla o si, como dijo la Asociación Irlandesa de Whisky, "no hay ganadores en una guerra comercial".