El presidente Javier Milei ratificó desde el Parlamento de Israel su intención de trasladar en 2026 la Embajada argentina a Jerusalén Occidental. Aunque lo presentó como una promesa cumplida de su gobierno, la decisión está cargada de controversia y requiere la aprobación de una ley por parte del Congreso argentino, dado que modifica un asunto sensible de política exterior.
Un alineamiento sin matices con Israel
Con esta medida, Argentina se convierte en uno de los pocos países del mundo en trasladar su embajada a Jerusalén, una ciudad en disputa según el derecho internacional. La comunidad internacional —incluidas potencias como la Unión Europea y organismos de la ONU— considera que la situación de Jerusalén debe resolverse en un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos.
El gesto de Milei es leído como un alineamiento incondicional con el gobierno de Benjamin Netanyahu, que enfrenta graves cuestionamientos por su accionar en la Franja de Gaza y por la ocupación de territorios palestinos.
Consecuencias diplomáticas y legales
El traslado no puede ser una decisión unilateral del Poder Ejecutivo: la ley argentina establece que la ubicación de una embajada requiere aval legislativo, ya que afecta las relaciones exteriores del país. Además, especialistas advierten que esta decisión puede tensar los vínculos de Argentina con países árabes y otras naciones del mundo islámico, con posibles repercusiones comerciales y diplomáticas.
En paralelo, esta postura reduce las posibilidades de Argentina de mantener un rol equilibrado en foros multilaterales donde tradicionalmente apoyó la solución de dos Estados, Israel y Palestina, con Jerusalén como capital compartida.
Un discurso de confrontación
El anuncio se dio en el marco de un encendido discurso en el Parlamento israelí, donde Milei arremetió contra la activista ambiental Greta Thunberg, calificándola de «mercenaria de izquierda», y volvió a cargar contra el llamado “relato woke”. También reafirmó su alianza estratégica con Estados Unidos e Israel, desmarcándose de las políticas exteriores de gestiones anteriores que incluyeron vínculos con China, Rusia e Irán.
El debate que viene
El traslado de la embajada no solo abre un frente de debate en política exterior sino también en el plano interno. Los sectores opositores ya anticiparon que rechazarán una iniciativa que consideran peligrosa para los intereses de Argentina. Mientras tanto, Milei refuerza su relato de adhesión absoluta a Israel, aunque sin explicar cómo compensará los costos diplomáticos de esta movida.