En la capital del estado de Washington, manifestantes quemaron banderas de EEUU frente a oficinas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). En Texas, cuatro policías resultaron heridos durante disturbios en Austin, mientras que en Chicago y Denver también se registraron movilizaciones, según reportes de la agencia Associated Press.

La tensión escaló en Los Ángeles luego de que el presidente activara más de 4.000 miembros de la Guardia Nacional y 700 infantes de marina. Aunque estos últimos aún no fueron divisados en la ciudad, su presencia fue aprobada pese a la oposición de autoridades locales y estatales. Los primeros despliegues se concentraron en la custodia de edificios federales, pero la situación evolucionó hacia un rol más cercano al control del orden público.

Toque de queda en

Los ÁngelesEl martes por la noche, la alcaldesa Karen Bass declaró el estado de emergencia local e impuso un toque de queda desde las 20 hasta las 6 del día siguiente, tras el saqueo de 23 comercios. “Alcanzamos un punto de inflexión”, afirmó la mandataria. La medida se aplicó a una zona céntrica de un kilómetro cuadrado donde se concentraron las manifestaciones desde el viernes.

El jefe de la policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, justificó la medida al asegurar que 'el comportamiento ilegal y peligroso viene en aumento desde el sábado'. El toque de queda excluye a residentes de la zona, personas en situación de calle, medios acreditados y personal de emergencia.

Según datos oficiales, el martes se detuvieron a 197 personas, entre ellas 67 que habían bloqueado una sección de la autopista 101. La mayoría fue arrestada por negarse a dispersarse. También se registraron cargos por agresión con arma letal, vandalismo, saqueo y tentativa de homicidio por el uso de bombas molotov. Siete agentes resultaron heridos, dos de los cuales fueron hospitalizados y dados de alta.

Polémica por el uso de tropas federales

El gobernador de California, Gavin Newsom, presentó un pedido judicial para frenar el uso de tropas en colaboración con ICE. En su intervención pública, denunció que “Trump está montando una red militar” en la segunda ciudad más grande del país. Si bien el juez no falló de inmediato, permitió que las operaciones continúen hasta la audiencia prevista para el jueves.

Newsom criticó con dureza al Presidente al señalar que “lo que Trump más quiere es tu obediencia, tu silencio. No se lo des”. También advirtió que “California puede ser la primera, pero claramente no será la última. Otros estados vendrán después”.

Para Trump, los manifestantes son “Animales”

Durante un acto en Fort Bragg por el aniversario número 250 del Ejército estadounidense, Trump calificó a los manifestantes como “animales” y “enemigos extranjeros”, y dejó abierta la posibilidad de aplicar la Ley de Insurrección. “Si hay una insurrección, ciertamente la invocaría. Ya veremos”, declaró desde el Salón Oval.

Operativos contra los inmigrantes

Las protestas estallaron tras una serie de operativos en lugares de trabajo en Los Ángeles, donde se detuvo a decenas de trabajadores migrantes. Durante el fin de semana, grupos bloquearon rutas y prendieron fuego vehículos. La policía respondió con gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras. Las manifestaciones continuaron durante la semana frente al ayuntamiento y el complejo federal que alberga un centro de detención.

La actividad represiva de ICE se mantuvo activa en toda el área metropolitana. Testigos reportaron presencia de agentes en bibliotecas, lavaderos de autos y locales de grandes superficies como Home Depot. Ante el temor de detenciones, algunas escuelas modificaron sus actos de graduación para que los padres puedan seguirlos vía Zoom.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, anticipó el martes que la participación de tropas en suelo estadounidense seguirá en expansión. Según el Pentágono, el despliegue de la Guardia Nacional y los Marines representa un gasto de 134 millones de dólares.