A pesar de la intensa lluvia, la concentración reunió a familiares de las víctimas, organizaciones sociales y sindicales, que marcharon desde una cancha de fútbol en Vila Cruzeiro hacia la Avenida Brasil, una de las principales arterias de la ciudad.
El operativo más letal en 15 años
La Operación Contención, desarrollada el martes por fuerzas estatales y federales, tuvo como objetivo ejecutar 100 órdenes de arresto y 180 de allanamiento contra el grupo criminal Comando Vermelho. Participaron unos 2.500 agentes, lo que la convirtió en la mayor acción policial en Río en más de una década.
Sin embargo, el resultado fue trágico: 121 personas murieron, de las cuales 117 eran civiles y 4 policías. Según informó el gobierno de Río, ya fueron identificadas 99 víctimas, y 89 cuerpos permanecen en el Instituto Médico Forense a la espera de ser retirados. De los nombres difundidos, 78 tenían antecedentes penales y 42 tenían órdenes de captura pendientes.
El elevado número de muertes encendió la polémica y reavivó el debate sobre la actuación de las fuerzas de seguridad en las favelas, donde los operativos suelen derivar en denuncias de abusos, ejecuciones y violaciones de derechos humanos.
Historias de las madres que reclaman justicia
Entre las manifestantes, destacaron las madres de jóvenes asesinados en distintos operativos policiales. Liliane Santos Rodrigues, vecina del Complexo do Alemão, perdió a su hijo Gabriel Santos Vieira, de 17 años, hace seis meses. "Siento el dolor de estas madres. Fue un shock tremendo ver que otro joven fue asesinado en el mismo lugar donde murió mi hijo", expresó entre lágrimas.
También se hizo presente Nádia Santos, del Complejo Chapadão, quien perdió a sus dos hijos en diferentes intervenciones policiales. "Ninguna madre cría a su hijo para verlo caer. Todavía sangro por la muerte de mis hijos, pero hoy sangro aún más por estos 121 chicos", dijo ante la multitud.
Por su parte, Adriana Santana de Araujo, madre de una de las 28 víctimas del operativo de Jacarezinho en 2021, recordó cómo fue víctima de una campaña de desinformación en redes sociales que la vinculó falsamente con el crimen organizado. "Enterraron a mi hijo y me enterraron viva a mí. Vine hoy porque sé lo que sienten estas madres", contó.
Denuncias de discriminación y pedido de políticas públicas
La protesta también contó con la presencia de referentes sociales, como la sindicalista Raimunda de Jesús, quien cuestionó la desigualdad en la respuesta del Estado. "Lo que pasa en las favelas no ocurre en la Zona Sur, donde viven los ricos. Pero allí también hay delincuentes. El Estado no puede tratar a su pueblo como enemigo", afirmó.
Diversas organizaciones exigieron una investigación independiente sobre la operación, la intervención de la Defensoría Pública y la creación de mecanismos de control civil sobre las fuerzas de seguridad.
Contexto: la política de seguridad de Río bajo la lupa
Brasil arrastra un largo historial de operativos policiales de alta letalidad en zonas de bajos recursos. Solo en Río de Janeiro, más de 1.300 personas murieron por acciones policiales en 2024, según datos del Instituto de Seguridad Pública.
El gobierno estatal defendió la legalidad de la Operación Contención y aseguró que el objetivo fue "debilitar la estructura criminal" del Comando Vermelho. No obstante, organismos de derechos humanos y líderes comunitarios advirtieron que el operativo "podría constituir una masacre sin precedentes" y reclamaron transparencia en las investigaciones.


