Participaron de las deliberaciones Raúl Roitman, representante de la Región Cuyo en el Departamento de Turismo de FEHGRA; y Edmundo Day, integrante de la Comisión Directiva de la Filial FEHGRA Mendoza, quienes destacaron que en distintas instancias del encuentro los representantes de la OMT y de organismos de Chile valoraron el trabajo que viene haciendo Mendoza: “Se percibe el trabajo articulado entre el sector público y el privado; y se reconoce el buen desarrollo del enoturismo, y su potencial de crecimiento”.

En el acto de apertura, organizado el jueves 5, el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, señaló que el enoturismo crea empleo y oportunidades de emprendimiento: “Logra implicar todas las áreas de la economía regional mediante sus vínculos con la artesanía, el entorno natural, la gastronomía y el agroturismo. Allí reside su gran potencial para impulsar el desarrollo de los destinos remotos”.

Los ejes temáticos de la Conferencia giraron en torno a dos conceptos: “Experiencias Enoturísticas: de la imaginación a la comercialización” y “Conociendo al consumidor: ¿qué nos dice el big data? También se desarrolló la Masterclass “Experimenta el enoturismo en Chile a través de tus sentidos”. Los vinos chilenos se exportan a más de 150 países.

La Federación propició la presencia del chef mendocino Lucas Olcese, quien integró el panel sobre las Rutas del Vino como parte de la estrategia de desarrollo de los destinos.

Las jornadas incluyeron talleres que brindaron a los participantes la oportunidad de explorar a fondo los temas abordados en las sesiones y compartir e intercambiar ideas de manera interactiva.

Según datos oficiales, en Argentina hay más de 900 bodegas activas. La vitivinicultura es una economía regional emblemática que tiene el más amplio despliegue territorial, y el Vino Argentino es un elemento básico de la identidad argentina, que contribuye al sustento socioeconómico de las provincias productoras que cuentan con amplia diversidad de climas y suelos que convierten a cada región en un terruño único. La vitivinicultura genera más de 106 mil puestos de trabajo directos y 280 mil indirectos.