Ese frente lo conforman Forja, del subsecretario general de la Presidencia, Gustavo López; el Frente Grande; el Partido Comunista (PC); el Partido Humanista (PH); Miles, de Luis D’Elía; Solidaridad e Igualdad (SI), del diputado nacional Carlos Raimundi; Socialismo para la Victoria, del secretario de Relaciones Parlamentarias de la Jefatura de Gabinete, Oscar González, y del diputado nacional Jorge Rivas, y Memoria y Movilización, entre otras organizaciones. Con la consigna “Argentina o buitres”, el acto aspira a reunir a unos 10.000 militantes y tendrá como eje central el respaldo al gobierno de Cristina Kirchner ante el conflicto con los fondos especulativos que forzaron la cesación de pagos de la deuda externa. Pero tendrá un apartado especial dedicado a denunciar lo que los organizadores califican como una “causa judicial armada” contra el vicepresidente. Apuntarán específicamente a la denuncia que dio inicio a la investigación del caso Ciccone, en la que Boudou está procesado. La denuncia fue hecha por Jorge Pacífico, un ex carapintada que estuvo preso como sospechoso en la causa por el atentado contra la AMIA. Además de la presencia de Mariotto, orador central del encuentro, y de los dirigentes de Convocatoria Popular, se espera la asistencia de la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, una de las defensoras más entusiastas de Boudou. El propio vicepresidente también fue invitado, pero todavía no está confirmada su presencia. n la lista de invitados figuran además algunos de los precandidatos presidenciales del oficialismo, pero no todos. “Convocamos a los que se expidieron contra los buitres”, dijo uno de los organizadores, y detalló que ese grupo lo integran Agustín Rossi, Sergio Urribarri, Julián Domínguez y Jorge Taiana. En cambio, no se les cursó invitación a Daniel Scioli ni a Florencio Randazzo, los postulantes que encabezan las encuestas en el Frente para la Victoria. Convocatoria Popular surgió en marzo pasado como un intento de darles contención y dinamismo a los partidos que protagonizaron la transversalidad impulsada por Néstor Kirchner y que en los últimos años habían perdido influencia. Con el homenaje-desagravio a Boudou, el grupo sumará un capítulo más a la disputa interna que genera en el kirchmerismo la situación del vicepresidente. Las agrupaciones de militancia más cercanas a la Presidenta, reunidas en Unidos y Organizados (UyO), habían rechazado de manera enérgica los reclamos opositores para que Boudou se alejara de su cargo. “No se ataca al vicepresidente, sino a la democracia”, dijo el jefe de La Cámpora, Andrés Larroque, frente a los pedidos de juicio político contra el vice. A contramano de esa posición, el jefe del bloque de diputados kirchneristas en la Legislatura bonaerense, Fernando “Chino” Navarro, declaró la semana pasada que si él fuera Boudou “pediría licencia”. La frase generó la reacción del diputado nacional Edgardo Depetri, miembro de UyO. “Las declaraciones del «Chino» Navarro -le contestó- son funcionales a los sectores que atacan al Gobierno, a la Sociedad Rural, a la UIA, a Magnetto y a los fondos buitre.”