“Nos propusimos empezar a evaluar temas de coyuntura y también pensar estrategias a mediano plazo, porque queremos gobernar el país”, le dice a Letra P Martín Hourest, ligado al Gen y uno de los que formó parte de la reunión. “Decidimos dejar de lado todos los debates que giran en torno a la década ganada o perdida y empezamos a pensar en términos de desarrollo, que es distinto del crecimiento, porque tiene que ver con los niveles de cuidado del medio ambiente”, explica Hourest. Los economistas que formaron parte del primer encuentro formal desde que se constituyó el Frente Amplio Unen fueron, entre otros, Javier González Fraga, Adrián Ramos y Gustavo Grinspun por la UCR; el ministro de Economía de la provincia de Santa Fe, Angel Sciara y Cristina García por el socialismo; Fernanda Reyes, por la Coalición Cívica; Alberto Sánchez, por Proyecto Sur; Hourest y Alfonso Prat Gay, que se sentó con los referentes de Libres del Sur. Los referentes volverán a juntarse el próximo 6 de agosto, con propuestas concretas en distintas áreas, en el Centro de Estudios Municipales y Provinciales (Cemupro). No estuvo Martín Lousteau, de viaje en el exterior. En la primera reunión, los economistas sentaron los lineamientos de los temas que tratarán en profundidad en las próximas reuniones. “Básicamente, hablamos sobre el hecho de que tenemos un superávit fiscal pobre, un déficit fiscal alto, déficit energético y de infraestructura, y una inflación altísima. Particularmente, creo que el daño más grande que tiene nuestra economía es la inflación, y la desintegración social”, dice el economista ligado a Margarita Stolbizer. Aunque el tema estrella del momento es la disputa entre Argentina y los fondos buitre, los economistas prefirieron no detenerse en la posible resolución del conflicto y abordaron el tema de la deuda en general. “Este tema se va a solucionar, hay suficientes elementos técnicos como para salir de la negociación con éxito, sin necesidad de allanarse a cualquier locura que pidan, pero sabiendo que es un proceso en el que se jugaron todas las cartas mal”, opina Hourest. En el próximo encuentro, los referentes se centrarán en las opciones económicas que tendría un eventual gobierno del frente. Para Hourest, la tarea debe comenzar por “hacerse cargo de la crisis social, generar trabajo, e implementar políticas antiinflacionarias y de distribución del ingreso”. Los encuentros tendrán lugar cada quince días. PREOCUPA LA DEMORA EN LA DEFINICION DE CANDIDATOS El radicalismo se había fijado como estrategia calmar la interna presidencial por lo menos hasta que arranque 2015. Esa decisión ayudaba también a coordinar la paz que todo el grupo de FAUnen acordó. Idílicas imágenes de todos los competidores presidenciables comenzaron a poblar los actos del grupo y la interna pasó a ser terreno de análisis sólo en sutilezas o gestos que algunos, como Elisa Carrió, alimentaron más que otros. Dentro de ese juego, dos mendocinos, Ernesto Sanz y Julio Cobos, ensayan hasta ahora todas las poses imaginables dentro de un equilibrio inestable que, de todas formas, lograron con bastante efectividad. El mausoleo de Belgrano el pasado 19 de junio fue una muestra, más tarde desdibujada por las ausencias en Tucumán. Jujuy, el próximo 1 de agosto, día en que los candidatos presidenciales consagrarán su suerte a la Pachamama, volverá a ser foto de unidad. El esfuerzo tuvo hasta ahora su sentido: Carrió, Hermes Binner, Cobos, Sanz y Fernando Pino Solanas apostaron a mostrar cordura en la interna frente a los problemas de Cristina de Kirchner en la negociación con los holdouts y la situación de Amado Boudou con la causa Ciccone. Sanz organiza para principios de setiembre un lanzamiento con más formalidades que las vistas hasta ahora de su candidatura presidencial. Cobos insiste con su candidatura en cada acto y todo juega, además, en sintonía con la interna del radicalismo mendocino. El problema es que mientras la interna de FAUnen y la del radicalismo avanzan en ese ritmo mesurado, la competencia externa avanza. Para algunos radicales ese ritmo ya es peligroso y exigen, entonces, una definición. La síntesis del problema es simple: Daniel Scioli, Sergio Massa y Mauricio Macri, aunque no hayan tenido hasta ahora lanzamientos formales de sus candidaturas, avanzan en la campaña como presidenciables en carrera. En FAUnen ninguno de los cinco posibles puede decir lo mismo. Los problemas del kirchnerismo tampoco ayudan. Hoy diciembre de 2015 aparece para el Gobierno como un horizonte de incertidumbre ya insolucionable. Es decir, sólo Scioli se muestra como opción segura entre los pretendientes dentro del kirchnerismo. Lo sabe la interna oficial y eso decanta votos. Y es un efecto que FAUnen también ve de cerca, aunque en este caso el victimario ante la demora del grupo en definir candidato parece ser el macrismo.